22 septiembre 2004
Proyecto para un nuevo siglo madridista
 

Dos meses antes de que los asesores neocons de Bush diseñaran en su Proyecto para un nuevo siglo americano la estrategia que debía garantizar a largo plazo la pervivencia de EEUU como única superpotencia mundial, Florentino Pérez fue elegido presidente del Real Madrid. A sus espaldas se extendía un pasado verdaderamente glorioso, con aquel equipo imperial capitaneado por Di Stéfano y Gento que había sido artífice de la reconstrucción futbolística de Europa después de la guerra. En las décadas siguientes, el Madrid mantuvo una difícil coexistencia con las potencias italianas, pero a finales de los 90 cayó por fin el muro del catenaccio y el equipo merengue se alzó con la indiscutible supremacía internacional.

Sin embargo, Florentino no quería excesos de confianza e inició una expansión en tres frentes: uno financiero, no exento de algún pelotazo que años después imitaría Dick Cheney con Halliburton; otro de marketing en el Sudeste asiático, sabedor de que la venta de una imagen y unos patrones de conducta son la clave de la hegemonía mundial; y, finalmente, una cuantiosa escalada militar, con la adquisición de los mejores estrategas, proyectiles y artilleros del mercado.

Pensaba Florentino que con semejante logística de ataque no le iba a hacer falta un escudo antimisiles como Fernando Hierro, pero pronto se hizo patente que los equipos pequeños podían hacerle mucho daño al Madrid recurriendo al coraje y a la guerrilla. Para la temporada 2004-2005, el presidente corrigió estos defectos y encargó el mando de la tropa a un sargento enérgico, capaz de coger por banda a los jugadores (tomemos aleatoriamente como ejemplo a Guti) y gritarles: “¡A partir de ahora te llamarás el mediapunta patoso! ¿De dónde vienes, mediapunta patoso? ¿De la cantera? ¡En la cantera sólo hay pedruscos y maricones! ¡Y no veo que seas un pedrusco!” Y luego levantarles la moral en los entrenamientos haciéndoles correr al son de “¡Ronaldinho es un hijoputa! ¡La tiene con ladillas y además diminuta!”.

Desgraciadamente, los muertos madridistas hacían mucho más ruido en la prensa que los de los rivales, el sargento desertó y el proyecto de Florentino empezó a tambalearse. Al cierre de esta edición, el equipo se conjuraba para aplazar la crisis con un bombardeo puntual sobre unos inocentes pamploneses.

    

 

Referencias y contextualización

Florentino Pérez ganó las elecciones a la presidencia del Real Madrid el  7 de julio de 2000. El Proyecto para un nuevo siglo americano fue redactado en el mes de septiembre. El catenaccio es el nombre de la estrategia ultradefensiva que históricamente ha caracterizado a los equipos de fútbol italianos, que entraron en decadencia en la década de los 90; el Real Madrid, entonces, ganó las Copas de Europa de 1998, 2000 y 2002. Florentino Pérez consiguió vender al Ayuntamiento de Madrid los terrenos de la Ciudad Deportiva por 60.000 millones de pesetas, y con el ingreso subsanó la deuda que arrastraba.  Richard Cheney, ejecutivo de Halliburton además de vicepresidente de los Estados Unidos, logró que su empresa, dedicada al abastecimiento de las industrias del gas y el petróleo, recibiera contratos por valor de 2.200 millones de dólares en la reconstrucción de Irak.

Los Estados Unidos, decisivos en la reconstrucción de Europa a través del Plan Marshall, se vieron convertidos en la única superpotencia mundial tras la caída del Muro de Berlín y la desintegración de la U.R.S.S. Coexistencia era el eufemismo político con el que se bautizaba la tensión bipolar durante la Guerra Fría. A lo largo de estas décadas, los patrones de conducta exportados por EE. UU. se convirtieron en un factor decisivo de su hegemonía cultural en el mundo. Los neoconservadores que habían redactado el Proyecto para un nuevo siglo americano fueron también los mayores promotores de la inversión en Defensa tras el 11-S y de la Guerra de Irak, ya que Oriente Medio era uno de los grandes frentes de su proyecto. Sin embargo, un año y medio después de la derrota de Sadam Hussein, las guerrillas de resistencia suníes, chiíes o de los seguidores del dictador seguían manteniendo en jaque a las tropas norteamericanas. La opinión pública de este país había empezado a resentirse de las bajas que anunciaban los medios de comunicación, y la incertidumbre apenas era silenciada por los periódicos bombardeos sobre los rebeldes iraquíes.

La política de fichajes de Florentino Pérez consistió en hacerse con las estrellas de más renombre del fútbol mundial (Luis Figo, Zinedine Zidane, Ronaldo Nazaria, David Beckham, Michael Owen) que, además de las expectativas de rendimiento deportivo, permitirían al club ganar mucho dinero con la publicidad y la venta de camisetas y otros objetos en mercados tan apetecibles como Extremo Oriente. Sin embargo, desde la baja de Fernando Hierro, al equipo se le achacaron sus evidentes carencias defensivas, que permitieron derrotas tan sangrantes como la de Mónaco en la Liga de Campeones 2003-2004. Para la temporada que estaba comenzando, se habían fichado jugadores de contención, pero los mediocres resultados en las primeras jornadas de Liga habían provocado las primeras críticas y la dimisión del entrenador José Antonio Camacho, de cuyo carácter se esperaba que pusiera orden en el vestuario. El 22 de septiembre, el Real Madrid recibió en casa al Osasuna de Pamplona, al que terminaría ganando con apuros por 1-0.

La escenas que parafrasea el penúltimo párrafo están sacadas de La chaqueta metálica (Stanley Kubrick, 1987). En la primera de ellas, el sargento de un batallón del ejército norteamericano durante la Guerra de Vietnam intimida hilarantemente a un recluta apodándole "el recluta patoso"; tras preguntarle de dónde viene y oír que de Texas, el sargento repone: "¡En Texas sólo hay vacas y maricones, y no veo que seas una vaca! ¿Entonces eres maricón, recluta patoso?". El aspecto aniñado del mediapunta madridista Guti, salido de la cantera, había convertido su virilidad en objeto (absolutamente infundado) de la irrisión popular.

Poco después, se ve al grupo entrenando mientras cantan (según la versión doblada al español): "¡Ho Chi Minh [el máximo dirigente de Vietnam del Norte] es un hijoputa. La tiene con ladillas y además diminuta!". Ronaldinho fue el fichaje estrella del F. C. Barcelona a mediados de la temporada anterior, y lideró al equipo hasta el segundo puesto final (dos por encima del Real Madrid) en una segunda vuelta extraordinaria. También estaba conduciendo al eterno rival de los blancos a un prometedor inicio de la campaña 2004-2005, que contrastaba dolorosamente con la crisis madridista.  

 

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