4 diciembre 2002 |
Bacu-bacu |
Aquí tenemos a un simpático grupo de jóvenes orangutanes macho que se reúnen al anochecer. Se van a dar una vuelta, a poner en práctica sus hábitos de sociabilidad; unos hábitos peculiares que los sitúan sin discusión en uno de los lugares de privilegio entre los primates más avanzados. Ahora vemos a nuestros amigos entrar en una discoteca. ¡Qué contentos están! Se dirigen sin vacilación a la barra y piden copas para todos. El alcohol es un ingrediente indispensable en los códigos de conducta de la especie a estas edades. Beben para perder el miedo al ridículo y poder iniciar sus ritos de apareamiento. Ahí llega el grupo de orangutanas. ¡Fijaos, qué revuelo se ha montado entre los machos! Gruñen, gesticulan, miran. ¡Están casi enamorados! Finalmente uno se decide. ¡Ánimo, valiente! Se acerca… a ver, a ver, ¡oh, qué pena! En esta ocasión no hubo suerte. No te preocupes, colega. Otra vez será. Seguimos con la pandilla masculina. No tienen ganas de entristecerse, así que se piden otra copa. ¡Pues claro, a vivir que son dos días! Y otra, y otra más. ¡Miradles, cómo van ya! Ahora se tiran a la pista de baile. Abandonan sus cuerpos y sus cabezas a la música machacona, hipnotizante. Se agitan, se marean, miran al suelo, consiguen no pensar. Ya tocará de lunes a jueves. Hoy corresponde beber, balancearse, pasarlo bien. Empiezan a sentir el atractivo vértigo de la completa anulación del yo, la coartada de la inconsciencia. No ser, no ser; sólo estar. Lo necesitan. Hay un chimpancé ágil y listo que vende pastillas junto a la barra del fondo. ¡Pero, atención! Dos búhos que han estado vigilando la noche con sus ojos atentos y enormes abandonan la comodidad de sus ramas y, tras un breve y brioso aleteo, aterrizan delante del ya perjudicado grupo de orangutanes. Con voz suave y modulada, les explican que el alcohol y las pastillas generan dependencia, dejan secuelas y pueden llegar a matar. La pregunta es: ¿qué harán nuestros orangutanes? A) ¿Recuperarán súbitamente su capacidad perceptiva, comprenderán lo que los cabales y valientes búhos les dicen y se irán a casa a dormir? B) ¿Intuirán como a lo lejos un vago ulular que no les concierne y dedicarán su última lucidez a buscar al chimpancé? C) ¿Gritarán que nadie tiene por qué meterse en sus cosas, darán dos hostias a los búhos y se harán con las pastillas? Escribid la respuesta en vuestras pizarras.
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Referencias y contextualización Waku-waku era un programa de televisión sobre animales, ideado y dirigido por Chicho Ibáñez Serrador. Sobre unas imágenes de documental, la presentadora (en su última etapa en antena fue Nuria Roca) iba describiendo las peripecias en un tono coloquial y cómplice. En un momento determinado, las imágenes se paraban y, entre tres posibles respuestas, los concursantes tenían que adivinar cómo se iban a comportar los animales, escribiendo su elección con tiza en la pequeña pizarra que se les entregaba a tal fin. Baco era el dios romano del vino y la fiesta. El ablativo 'Bacu' significaría "en Baco". La Cruz Roja y la Asociación Castellanoleonesa de Ayuda al Drogadicto pusieron en marcha una campaña por la que voluntarios de las dos ONGs acudirían a los lugares típicos en los que los jóvenes consumen pastillas de éxtasis por las noches, y tratarían de hacerles comprender en el momento los perjuicios de la acción que iban a realizar.
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