20 noviembre 2002
El ángel de la Transición
 

 

El ángel de la Historia es la metáfora más poderosa que conozco. Se la debemos a Walter Benjamin, que no era un poeta sino un pensador de la Escuela de Frankfurt con un sentido trágico del materialismo, y toma la imagen de un cuadro de Paul Klee: el Angelus Novus, un ángel que despliega las alas en ademán de echarse a volar pero mantiene el semblante vuelto hacia atrás, con los ojos desmesuradamente abiertos. Benjamin sugiere que el ángel de la Historia sería muy parecido: orientado siempre hacia el frente, pero apenas capaz de levantar el vuelo ante el clamor de los muertos sacrificados en el altar de esa sucesión de batallas que los vencedores han dado en llamar progreso. Este progreso, finalmente, empuja al ángel en la dirección que le correspondía tomar, dejando allí las voces de los derrotados, silenciadas para los relatos de los historiadores futuros, esperando una redención.

Bajo la lona de ese progreso se edificó también la Transición. La mirada al frente, la renuncia a reabrir viejas heridas, la reconciliación de todos los españoles. Pero también el silencio, el olvido. Y traumas que reparar, y voces por redimir. En el año 2002 renació la lucha por la recuperación de la memoria histórica; esta semana, la hora de la redención ha llegado a los montes Torozos. Y, sin embargo, la iniciativa no puede disimular un rancio sabor a ceniza.

España como nación no se ha visto en la necesidad de pedir disculpas. A fin de cuentas, nosotros no intentamos exterminar a una raza extranjera y, ya se sabe, fueron las leyes de la guerra, los otros habrían hecho lo mismo. A cambio, a lo largo de “25 años de paz”, hemos llevado a cabo nuestra desnazificación a base de libros, películas, series de televisión y declaraciones públicas, siempre en el mismo sentido de repudio absoluto del franquismo. La reconversión perfecta, no se pudo hacer mejor. Ningún ajuste de cuentas con el pasado y, fíjate tú, todos hemos acabado estando de acuerdo. España se cambió de chaqueta sin apenas derramamiento de sangre. ¿Quién tiene derecho a quejarse?

La doble derrota. Los mismos que tuvieron que callar después de la Guerra Civil, tuvieron que callar después de la Transición. Lo que importaba era el reino de los vivos. Al ángel le convino un vuelo rápido, eficaz, sin mirada atrás; y, ahora que por fin decide volverse, su aureola es mate, gastada y superflua como todo lo políticamente correcto.

 

 

 

Referencias y contextualización

La recuperación de la memoria histórica es la denominación que adoptó una Asociación surgida en 2002 y que se propuso encontrar los restos del mayor número posible de antiguos republicanos que, habiendo sido ejecutados por el ejército franquista, habían sido enterrados en fosas comunes. El objetivo era darles una sepultura digna y reparar el olvido al que ellos y sus familias habían sido relegados durante setenta años. Los partidos de izquierda se posicionaron claramente a favor de la iniciativa, que esta semana comenzó a rastrear los montes Torozos, al norte de la provincia de Valladolid.

 

 

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