19 julio 2006
Huevos en garantía
 

Es comprensible que un sistema judicial garantista respete el principio de in dubio pro reo. Pero, en justa reciprocidad, un veredicto que desautoriza un testimonio tan clamoroso como el de un vídeo que muestra a unos energúmenos lanzando huevos y limones contra el Ayuntamiento también debería correr con la carga de la prueba y demostrar que, en efecto, la copia ha sido manipulada, en vez de limitarse a aventurar que tal fraude podría tener cabida en el mundo infinito de las posibilidades.

Nunca he comprendido los recelos que la magistratura alberga hacia los indicios audiovisuales, incluso en aquellas ocasiones en las que son recogidos ilegalmente, sin conocimiento del procesado ni autorización judicial. Una vez que la prueba está ahí, es intelectualmente imposible no tenerla en cuenta, al margen de que luego se proceda contra quien delinquió al hacer la foto o poner el micrófono. En este caso, se daba por hecha la presencia de las cámaras y, para presuponer una manipulación de la Policía Municipal, habría que empezar por establecer un qui prodest que apuntara a ella en connivencia con el Alcalde.

Sea como sea, aun admitiendo a regañadientes que los huevos filmados no son huevos válidos a efectos jurídicos, los que resultan estéticamente difíciles de tolerar y, si el juez no me lo refuta, socialmente imposibles de aceptar, son los que le echa al asunto una asociación que representa a unos vándalos y se hace llamar “de multados”. Que envía a sus mártires al juzgado ataviados de quejumbrosas camisetas con bocas tapadas cuando fueron ellos quienes boicotearon el discurso del pregonero. Que, sabiendo de sobra que sus polluelos se han librado de su merecido por las servidumbres del sistema garantista, actúa como si su absolución fuera inocencia, como si en el vídeo no se les viera bien nítidos aunque no valga como prueba, y, en vez de morirse de vergüenza, saca como única conclusión del incidente que “León de la Riva quiere silenciar a quienes critican su política”.

Será eso, que están en desacuerdo con su política, toda ella, como un monolito. A mí es que, con el Alcalde como con cualquier otro gobernante o líder de la oposición, me ocurre que, tras meditar cada asunto por separado, resulta que unas veces estoy de acuerdo y otras no. Quizá ellos, para expresar libremente su complejo pensamiento, no tienen suficiente con los argumentos y han de recurrir a los huevos. Menos mal que, por lo visto, el sistema judicial ampara y la sociedad acepta a los heterodoxos .

 

 

Referencias y contextualización

Los ocho acusados de lanzar huevos y limones contra el Ayuntamiento de Valladolid y romper un cristal del Consistorio en el pregón de las fiestas patronales de 2004, adscritos a la izquierda regionalista castellana, fueron absueltos porque el juez no consideró válida como prueba una copia del vídeo original en el que se veía a cuatro de ellos incurriendo en esa falta. El magistrado argumentó que, al ser una copia, podía haber sido manipulada por la Policía Municipal. Además, estimó en su sentencia que la práctica de lanzar objetos o líquidos contra el Ayuntamiento en las fiestas patronales está "socialmente aceptada".. La Asamblea de Multados por el Pregón de 2004 comentó tras el fallo que, una vez más, se había puesto de manifiesto que el alcalde "pretende criminalizar a todos los sectores populares que se oponen a su política, especialmente a los jóvenes".

 

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