20 mayo 2009
Ilegalizaciones concéntricas
 

 

La veda de ilegalizaciones concéntricas que abrió el juez Garzón en el verano de 2002 con el argumento de que Batasuna es ETA acaba de engullir un nuevo círculo con la lista de Iniciativa Internacionalista-Solidaridad entre los Pueblos (IISP) a las elecciones europeas. Recomiendo encarecidamente a mis conciudadanos que en lo sucesivo se abstengan de dirigir la palabra a los miembros de Izquierda Castillana y Comuner@s, los partidos que forman la coalición, porque de lo contrario es probable que los tribunales les consideren “contaminados”, “infiltrados” y hasta “instrumentalizados” por la mancha de aceite que tiene su centro en la banda terrorista y los inhabiliten políticamente de por vida.

Aclaro de antemano que un programa basado en una entelequia como las naciones o los pueblos no me merece ningún respeto intelectual y me parece una traición a la izquierda. Y reconozco que tampoco sé qué se proponen exactamente Alfonso Sastre y Doris Benegas con esta candidatura. Pero eso no me impide darme cuenta de que la única garzonada que pone de acuerdo a toda España y ha sentado cátedra entre sus colegas de gremio, la que nos enorgullece por haber debilitado a ETA con las armas del Estado de Derecho, es un disparate jurídico que cada vez se expande con menos escrúpulos.

Primero, los batasunos se convirtieron de repente en terroristas porque eran un instrumento de ETA, y ahora IISP se convierte en ilegal porque es un instrumento de Batasuna. ¿Pero cómo se demuestra que alguien es “instrumento” de alguien, que no se limita a mantener con éste último las relaciones propias y lógicas de quienes comparten ideas y simpatías, un vínculo que no es ilícito? ¿Se puede juzgar a una persona por pertenecer a un colectivo en lugar de por sus actos individuales? ¿Por qué dos candidatos invalidan una lista por haber militado antes en una formación ilegal, en vez de quedar validados por ser ahora parte de una formación legal? ¿Qué significan vocablos metafóricos como los arriba entrecomillados en una resolución judicial que se supone que tiene que hilar un razonamiento unívoco, una demostración convincente más allá de toda duda razonable?

Son muchas licencias las que nos tomamos para echar a los abertzales de las instituciones, cuando nuestro único objetivo debería ser obligarles a no hacer nada fuera de ellas.

 

 

 

Referencias y contextualización

La madrugada del sábado 16, el Tribunal Supremo anuló la candidatura de Iniciativa Internacionalista-Solidaridad entre los Pueblos (IISP) a las elecciones europeas del 7 de junio al considerarla "contaminada", "infiltrada" e "instrumentalizada" por Batasuna, que a su vez fue ilegalizada en el verano de 2002 por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón por considerarla parte del entramado de ETA, y, paralelamente, en virtud de la Ley de Partidos Políticos aprobada por el PP y el PSOE. Formalmente, IISP era una coalición de dos partidos castellanistas, Izquierda Castellana y Comuner@s, pero su cabeza de lista era el dramaturgo Alfonso Sastre, cercano a la izquierda abertzale, como también su número dos, Doris Benegas.

El viernes 22, el Tribunal Constitucional, atendiendo a un recurso de amparo presentado por IISP en el que ésta se declaraba expresamente contraria a la violencia, desautorizaría al Supremo y permitiría a IISP concurrir a las elecciones. En la primera rueda de prensa después de esta segunda sentencia, el portavoz de la coalición, Luis Ocampo, eludiría condenar la violencia. Del nuevo giro de los acontecimientos habla el siguiente artículo, "Sentencia y no-condena".

 

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