31 agosto 2005 |
Las vacaciones empiezan ahora |
En estas horas luctuosas en que sólo falta que nos den el parte de muertos en la carretera para certificar el fin de las vacaciones, quiero transmitir a mis conciudadanos un mensaje de esperanza. No aspiro a que de repente se extiendan por la región unas incontenibles ganas de trabajar que sepulten el síndrome posvacacional. No. El síndrome posvacacional está plenamente justificado el primer día de curre tras el verano, tanto como lo están el síndrome prevacacional la víspera de la fuga y el síndrome avacacional cualquier otro día del año. Eso es así, no hay que darle más vueltas; si a alguien le dijeron alguna vez que el trabajo le haría libre, es obvio que le estaban mintiendo. Como apuntaba un sociólogo de cuyo nombre quiero acordarme pero no lo consigo, por más que nos insistan en que el éxito laboral es un motivo de felicidad, la mayoría de las profesiones no ofrecen la menor posibilidad de promoción personal ni de autorrealización. Sólo valen para que uno se financie la manutención y las vacaciones. Lo que pretendo es cuestionar el mismo concepto posvacacional, devolver la alegría a nuestros sufridos trabajadores (que lo somos todos: empresarios, obreros, autónomos y hasta funcionarios) anunciándoles una revolucionaria buena nueva: las vacaciones empiezan ahora. Porque, pese al tópico manido de que hay que vivir el presente, lo cierto es que las cosas las aprovechamos mucho más en pretérito. El presente es tan efímero que ya ha pasado. Por eso la vida no es para vivirla; es para recordarla, para estudiarla, para reinventarla. Los mejores momentos, entre ellos las vacaciones, lo son en tanto que recuerdos. Se invocan con ayuda de una fotografía o por un simple click de la memoria, que es un artilugio con que venimos equipados para no tener que llevar cámara en los viajes. Gracias a la memoria podemos grabar escenas y luego mejorarlas a nuestro antojo, en una versión superior del PhotoShop que permite trastocar contextos e introducir, sin que se note nada, una cantidad de felicidad de la que no nos dimos cuenta mientras sucedía. Si el momento en cuestión es un hito crucial de nuestra vida, la aplicación ofrece además la extraordinaria posibilidad de insertarlo dentro de una narración dotada de sentido que se construye a tal efecto. Pero, aunque se trate de un simple viaje veraniego, ahora es cuando vamos a disfrutarlo de verdad, recordando o reinventando lo bien que lo pasamos. Todo ello, sin límite de tiempo ni vuelta al tajo. ¡Felices vacaciones!
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Referencias y contextualización "El trabajo os hará libres" ("Arbeit macht frei") es la frase que presidía la entrada a los grandes campos de exterminio nazis. El Photoshop es una aplicación informática que permite el tratamiento de imágenes digitales. |
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