21 diciembre 2005
Pulpo gallego y león castellano
 

Debería ser tan sencillo como acudir a Encinedo, que es lo que hizo este periódico el miércoles pasado, y preguntarle a su alcalde: “¿Les resultaría más práctico pasar a formar parte de Galicia o les conviene dejar las jurisdicciones como están?” Y actuar en consecuencia, allí y en los demás municipios de El Bierzo a los que el BNG quiere dar la oportunidad de integrarse en su comunidad. ¿Que Ramiro Arredondas y los otros regidores se conforman con las mejoras en infraestructuras que se han ejecutado en la zona desde las protestas de finales de los 80? Pues aquí se quedan. ¿Que tiene más peso ese ámbito sanitario por el que el edil afirma, en voz baja, que algunas veces no le importaría pertenecer a Galicia? Pues hacen las maletas administrativas, nos damos un par de besos y nos vemos en vacaciones.

Descartando que la zona en litigio pueda proporcionar a la Junta o a la Xunta pozos petrolíferos o una salida al mar, resulta pueril y sonrojante que se monte esta pelea de gallos entre el pulpo gallego, que echa los tentáculos sobre los pueblos limítrofes desde lo que se supone que es su texto jurídico supremo, y el león castellano, que se siente tocado en la vejiga por la “injerencia” con j o con g del voraz octópodo y corre a mear en la frontera para marcar territorio.

Porque no nos engañemos: en ese tema somos todos iguales. Quizás merezca una carcajada adicional quien aspira a revolverlo todo por una bagatela, respecto a quien deja tranquilamente las cosas como están, pero tan “medievales” son el BNG o el PNV cuando sueñan con ampliar con nuevos feudos la grandeza de su Galicia o su Euskadi, como el PP y el PSOE regionales al interpretar que el señor galaico y el señor vascón les están arrojando el guante si intentan someter a prueba la lealtad de sus vasallos bercianos y treviñeses.

Nuestros dos grandes partidos debieron de sentirse al borde de la herejía cuando algún consejero palatino les recordó que nuestro fuero actual también deja la puerta abierta a la incorporación de otras comunidades, y, de acuerdo por una vez, se apresuraron a calificar de obsoleto ese artículo que se les coló de rondón, prometiendo prometieron que sería convenientemente extirpado del nuevo Estatuto. Pero lo único que hicieron así fue demostrar su propia mentalidad patrimonialista y feudal: la que les impidió darse cuenta de que lo anacrónico no es facilitar los cambios de jurisdicciones si los afectados en el presente los solicitan, sino que Galicia se los ofrezca ahora a El Bierzo y Castilla y León a La Rioja o Cantabria hace dos décadas apelando a la conocida milonga mítica e intrascendente de una Historia, una lengua y una cultura comunes.

 

 

Referencias y contextualización

El viernes 9, el BNG, cuyo pacto con el Partido Socialista de Galicia le había llevado a tener responsabilidades de gobierno en esta comunidad, presentó su propuesta de reforma estatutaria, dejando la puerta abierta a que ciertos municipios limítrofes de Asturias y León se incorporaran a Galicia si así lo decidían sus habitantes, pero partiendo de que estos lugares compartían una Historia, una cultura y una lengua con Galicia. En la semana siguiente, el presidente del BNG, Anxo Quintana, y el de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, se intercambiaron sendas cartas en las que las dos mencionaban la palabra "injerencia", de la que ambos acusaban a su interlocutor, con la particularidad de que Quintana cometió una falta de ortografía al escribirla con g, como si viniera de "ingerir".

Ramiro Arredondas, alcalde de Encinedo, uno de los pueblos afectados por la invitación del BNG, fue entrevistado por El Mundo de Castilla y León el 14 de diciembre. Arredondas mencionó los movimientos segregacionistas que había habido en la zona a finales de los años 80, debidos al parecer a la despreocupación que el Gobierno castellanoleonés mostraba en el equipamiento y las infraestructuras. En los últimos años este olvido se había visto enmendado, pero Arredondas afirmaba que, debido por ejemplo a la mayor proximidad de un hospital gallego, a veces no le importaría pertenecer a Galicia.

Como el Estatuto de Castilla y León también contemplaba la posibilidad de que otras comunidades autónomas (por antonomasia, Cantabria y La Rioja, que se encontraban dentro de Castilla La Vieja durante el franquismo) se disolvieran y pasaran a integrarse en Castilla y León, el PP y el PSOE regionales se apresuraron a afirmar que se trataba de un precepto "obsoleto" y que lo suprimirían en la próxima reforma estatutaria.

Sobre la autodeterminación contrapuesta a la territorialidad, ver el artículo "Autodeterminación y territorialidad" publicado en Periodista Digital, que menciona la apetencia del BNG por los municipios aquí citados. Sobre el mito de la nación y la Historia y la cultura comunes, ver "El PP, la Constitución y la nación".

 

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