26 diciembre 2001
Sugerencia para pensar en euros
 

Llegó la hora del euro. Y, debido a la paridad que la ha tocado a nuestra peseta, 6€=1000ptas, quizá también la de la introducción del selecto sistema de numeración sexagesimal (el empleado en trigonometría y en la medición del tiempo) en la cotidianeidad de nuestros cambalaches.

Me explico. En este maremágnum de nuevas monedas, desconfianza de los redondeos y terror a los decimales, yo diría que la única forma de comprensión cabal de lo que significa una determinada cantidad de euros no es sacar la tarjeta de conversiones que nos ha mandado Aznar, ni multiplicar por 1000 y dividir por 6, porque esas operaciones sólo informan del precio concreto de un artículo, sin situarlo ni relacionarlo con una visión global del sistema. Si rehusamos a una concepción conjunta de los nuevos precios estamos condenados a tirar de traductor monetario en cada compra del año que viene.

Deberíamos dejar de pensar en el 10 como el número que nos conduce a una unidad superior y sustituirlo por el 6. Es decir, tomar las series 6, 12, 18...; 60, 120, 180..., etc, y no la serie 10, 20, 30... y derivadas como los mojones de referencia que compartimenten el esquema mental con que pensamos los precios. Una vez interiorizadas las equivalencias de 0.6, 6, 60, 600 y 6.000 euros, cualquier importe que nos presenten será rápidamente categorizado en nuestra mente.

Para precisar lo que supone una cantidad exacta dentro de su categoría, haríamos otra traducción del sistema centesimal al sexagesimal, que tiene la ventaja de ser fácilmente divisible por 3. Es decir que, para los precios que se ubiquen en la categoría que va de 6.000 a 12.000 euros (de 1 a 2 millones de pesetas), los puntos de referencia secundarios serían 9.000 para la mitad de ese intervalo, 8.000 para la tercera parte, 10.000 para los dos tercios, 7.500 para la cuarta parte, 10.500 para las tres cuartas, 7.200 para la quinta y 7.000 para la sexta. Los jalones que convencionalmente situábamos en 0.25, 0.5, 0.75 y múltiplos han de ser superados.

Si uno precisa una equivalencia exacta, siempre puede tirar de las equivalencias memorizadas de los referentes inmediatamente inferiores (en este caso, los de 600, 60 y 6 euros), o simplemente de la calculadora, pero al menos configurará su cabeza para pensar en euros durante los meses que tarde en asimilar su valor y volver a regirse por los referentes centesimales.

 

 

Referencias y contextualización

El 1 de enero de 2002 se instauraba el euro como moneda de curso oficial en España. Durante dos meses conviviría con la peseta tradicional y luego se quedaría como moneda única. El Gobierno envió una tarjeta de equivalencias a los ciudadanos para socorrerles en el tránsito.

 

 

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