27 septiembre 2000 |
Una causa personal |
Es algo embarazoso para un columnista con vocación de distante y hasta un poquito narciso reivindicar con todas sus fuerzas una causa que le afecta tan personalmente. Uno puede poner su voz al servicio de cualquiera de las múltiples cruzadas en las que piensa que hace falta sugerir a la sociedad que su forma de mirar y de razonar, la que considera absoluta y válida en lo universal, no es más que una letanía aprendida, una convención políticamente correcta, un esquema a priori sin fundamento lógico probado. En esas lides, se siente inmenso, glorioso, rodeado del aura legendaria que, en nuestra mitología ilustrada, todavía atribuye a los intelectuales la tarea mesiánica de cambiar las cosas. Todo varía cuando uno se sabe a la vez sujeto y objeto de su propia proclama, salvador y salvado, caballero andante y princesa cautiva, Jesús de Nazaret y Lázaro de Betania. Entonces su onanismo idealista se diluye, el fulgor de la armadura se torna mate tras la capa de ceniza que desprenden sus propios harapos. ¿Dónde está la épica del discurso de las víctimas? ¡Pero eso es injusto! Subyace una concepción de la lucha como fin y no como medio. Un desprecio implícito hacia los redimidos, entre los cuáles uno se resiste titánicamente a ser incluido. También, naturalmente, una sublimación artificial de uno mismo, un autoengaño, una farsante estrategia de avestruz. Me niego. Y recojo el testigo de Regalado, que desde aquí arriba reclamaba ayer a las instituciones seriedad para subvencionar como se merece a Almudena Ramón Cueto, la joven investigadora vallisoletana del CSIC que, hace unos meses, conseguía por primera vez en el mundo la regeneración de la médula espinal en ratas parapléjicas. La curación total a través del autotrasplante del tejido que envuelve la porción cerebral que rige el olfato. ¿Tenéis siquiera una idea aproximada de lo que significa eso? Os juro que yo sí. Pero Almudena reclama ayuda pública o privada de “varios cientos de millones” para dar el paso decisivo de la corroboración en primates. Sinceramente, me parece un chollo para todas las empresas e instituciones a las que tantas veces se les llena la boca reclamando espíritu de investigación a los jóvenes castellanoleoneses. Esta chica es un potencial Premio Nobel. Su proyecto, si no es mañana mismo motivo de una movilización política, debería serlo de una movilización social.
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Referencias y contextualización Regalado es la firma bajo la que aparece una columna de Diario de Valladolid, inmediatamente situada encima del "Hoy miércoles" en el que escribe Kiko Rosique. El CSIC es el Centro Superior de Investigaciones Científicas, al que pertenecía la neuróloga Almudena Ramón Cueto. |
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