27 junio 2007 |
Vinos de España |
Desconozco las razones que habrán llevado a la Comisión Europea a desautorizar la intitulación genérica Vinos de España que promovían Andalucía, Castilla-Mancha y Extremadura, porque es cierto que en Francia ya funciona una iniciativa similar bajo la apelación Vignobles de France (Viñedos de Francia), y al parecer también la hay en Italia. Pero menos aún entiendo el alborozo con que se ha recibido la decisión por estos lares, ya que la propuesta no tenía, a priori, por qué colisionar con los intereses de las bodegas de Castilla y León. El intento de acuñar Vinos de España obedece a la coyuntura de los últimos años, donde la hegemonía mediterránea en el sector se ha visto contestada por el vigor de los productores llamados “del Nuevo Mundo”, que desde países de escaso predicamento vitivinícola como EEUU, Chile, Australia o Sudáfrica están invadiendo el mercado con caldos baratos, de sabor simple pero agradable al paladar, etiquetas que apelan con nitidez a su procedencia y campañas de marketing más visibles que las de las potencias tradicionales. Ante esta situación, las marcas menores de Francia optaron por dejar de anunciarse cada una por su cuenta, anularon el batiburrillo de nombres difícilmente identificables para los consumidores profanos y crearon Vignobles de France mezclando, por ejemplo, vinos de regiones diversas elaborados a base del mismo tipo de uva. Por supuesto, Burdeos y Borgoña no se han sumado a la iniciativa, pero, precisamente porque se dirigen a un público distinto, más sutil, entendido y exigente, no van a ver peligrar su cuota de mercado. En España, donde el Ministerio se propone justamente el improbable objetivo de alcanzar a Francia como primer productor y exportador mundial en 2010, no tendría por qué haber ocurrido otra cosa. Rioja y Ribera de Duero seguirían siendo las D.O. señeras, plenamente reconocidas a nivel mundial, mientras los vinos menores, de las comunidades que apadrinaban Vinos de España o de la nuestra propia, se habrían enfrentado con mayor eficacia a la amenaza de la acumulación de stocks y el consiguiente arrancado de vides. A los efectos, sería algo así como la fusión de las Cajas de Ahorros Provincial y Popular de Valladolid que dio lugar a Caja España, cuyo nombre comercial la ha proporcionado visibilidad cara al público y facilidad para extenderse por otras regiones sin que a nadie se le haya ocurrido interpretarlo como indicio de que se trata de la primera entidad financiera del país.
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Referencias y contextualización El viernes 22, la Subdirección de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea declaró incompatible con el Derecho Comunitario la apropiación del nombre de un Estado que hacía la macrodenominación de origen Vinos de España, promovida por comunidades autónomas de importancia secundaria en el sector como Castilla-la Mancha, Andalucía y Extremadura, y apoyada por el propio Ministerio de Agricultura. Castilla y León y La Rioja se habían opuesto al proyecto por considerar que sus bodegas se verían perjudicadas al confundirse sus productos con otros de calidad menor. |
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