19 enero 2011 |
Amor eterno por interés |
En estos días de amores fugaces, carentes de fundamento sólido como el de esa pareja que casó de mentirijillas el alcalde de Serrada o limitados a la pasión desatada de un instante como el que le declaró Francisco Fernández a Isabel Carrasco, merece aún mayor admiración la constancia y compromiso de un amor sensato, sereno y maduro como el que se profesan Mariano Rajoy y Juan Vicente Herrera. Cierto que ninguno de los dos son el paradigma del romanticismo y la sensualidad, pero ahí les tienen: llevan tres legislaturas juntos y ni siquiera el gallardo alcalde de la villa y corte pudo, en otros tiempos más propicios para la tentación, manchar su honra ni quebrar su fidelidad. Probablemente se trate de la prueba definitiva de que los matrimonios más duraderos son los de conveniencia, los que no se edifican sobre la volubilidad de los sentimientos sino sobre un interés firme y concreto como la dote de los votos de Castilla y León. El caso es que, de una pareja tan bien avenida, no cabe esperar la demolición del edificio autonómico que sugirió el viernes en León José María Aznar. Por debajo de la etérea majestad del ex presidente, hay tal cantidad de maridajes por interés que los solapamientos, duplicidades y derroches son un mal menor al lado de la pérdida de empleos públicos, redes de influencias y dependencias económicas que provocaría su supresión. Me temo que, como otros muchos ámbitos, aquí el PP predica la austeridad sólo en abstracto, sin hacer números. Obviando, por ejemplo, que la mayoría de los gastos de las comunidades se deben a transferencias de servicios que en todo caso tendría que financiar el Estado, y exigiendo reiteradamente un techo de gasto autonómico, cuando lo importante es el de déficit, que ya existe. El PSOE, más poético, disfraza la perentoriedad del tosco interés con los bellos ropajes de la pluralidad y la modernidad. Pero las diversas formas de organización territorial son sólo eso, distintas opciones, de las que hay que escoger la más racional y eficiente. La pluralidad no es mejor ni más moderna que la singularidad centralista, por más que el Estado autonómico haya coincidido con la presunta y pomposamente llamada “mejor etapa de la Historia de España”. De otro modo, si basta una simple correlación para deducir una relación causa-efecto, yo, como nacido en 1977, también reclamo que se reconozca la benéfica influencia que mi vida ha ejercido sobre el bienestar de mi país. |
Referencias y contextualización El alcalde de Serrada (Valladolid), fue denunciado por haber oficiado un simulacro de boda, según la querellante en connivencia con el falso marido, que la abandonó seis meses después. El alcalde de León, Francisco Fernández, terminó un mitin declarando irónicamente su amor a la presidenta de la Diputación Provincial, Isabel Carrasco, del PP. El presidente nacional de los populares, Mariano Rajoy, y el de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, se intercambiaron todo tipo de elogios en sus intervenciones en la cumbre del PP en el exterior, celebrada en León durante el fin de semana, y en la que el ex presidente del Gobierno José María Aznar afirmó que España no podía permitirse el despilfarro de tener 17 comunidades autónomas. Tras la derrota electoral en las elecciones generales de 2008, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, trató de recabar apoyos en el partido para reemplazar a Rajoy; Herrera, junto a la mayoría de los barones regionales, mantuvo su apoyo al presidente nacional.
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