1 marzo 2006 |
Con asesinos no, gracias |
En Nuevas Generaciones del Partido Popular de Castilla y León creemos que con los asesinos no hay nada que hablar. Que lo único que procede hacer con ellos es detenerlos, juzgarlos, encarcelarlos y dejar que pasen en prisión todo el tiempo que hayan merecido sus crímenes; una penitencia en cualquier caso menor al daño que han causado. Que no hay ningún proceso de paz ni oportunidad política que justifiquen el incumplimiento de la ley, y que es ignominioso que el Gobierno haga la vista gorda con los criminales amparándose en unas expectativas que no tenemos indicios de que se vayan a hacer realidad. En estas cuatro décadas, los asesinos han matado a cientos de personas y provocado cientos de heridos; han secuestrado, torturado, amenazado, aterrorizado y privado de libertad a toda una sociedad con la excusa de defender una patria mítica supuestamente amenazada. Y ahora que su fin se preveía cercano, con sus máximos dirigentes fuera de combate, la sociedad dándoles la espalda y una presión internacional cada vez mayor exigiendo su desaparición, el presidente del Gobierno se rinde a sus pies, les facilita la salida que llevaban años buscando, sin vencedores ni vencidos, y hasta parece dispuesto a asumir algunas de sus tesis, métodos o iniciativas en la reforma del ordenamiento jurídico. Conceder un pacto que los asesinos han conseguido forzar bajo la amenaza permanente de una vuelta a las armas equivaldría a decirles que aquéllas son un instrumento válido para lograr objetivos políticos. Para mayor escarnio, el presidente pilota el proceso ignorando o marginando a las víctimas, las personas que más han sufrido y quienes deberían ser nuestro referente en todo momento. Muy al contrario, las víctimas, ahora, a la pérdida de sus seres queridos y la imposibilidad de reivindicar su memoria en un entorno hostil que les ha seguido considerando unos apestados, tendrán que añadir la humillación de cruzarse por la calle con los verdugos, sin que éstos hayan necesitado pedirles perdón ni dar la menor muestra de arrepentimiento, e incluso verán a algunos de ellos ejercer cargos políticos y recibir homenajes por su obligada apuesta final por la paz y la reconciliación. ¿Hablamos? En Nuevas Generaciones del PP de Castilla y León decimos no. No a la injusticia, no al olvido, no al silencio, no al pago de precios políticos, no a la impunidad de los asesinos. En resumidas cuentas, no a la Transición.
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Referencias y contextualización La filial regional de Nuevas Generaciones, las juventudes del Partido Popular, preparó para la manifestación de las víctimas del terrorismo contra la negociación del Gobierno con ETA (en Madrid, el 26 de febrero) una agresiva campaña con carteles decorados con sangre y pistolas bajo el título "¿Hablamos? Con asesinos no, gracias". La dirección nacional del PP se enteró en el último momento del cariz de la campaña y ordenó su inmediata suspensión, a pesar de que sus mensajes a la opinión pública española estaban yendo exactamente en la misma línea. En el tríptico que Nuevas Generaciones de Castilla y León tenía previso entregar a los manifestantes, se mencionaba el numero de muertos, heridos, secuestros, atentados y falsas treguas de ETA en sus 47 años de existencia, se lanzaban proclamas "contra el olvido" y se decían cosas como que "Zapatero se ha rendido a los pies de los asesinos de ETA; está a punto de concederles lo que llevan 25 años buscando: forzar una negociación bajo la amenaza de más muertes", que "ha ignorado a las víctimas y ha tratado de silenciarlas por todos los medios", que la política de mano dura contra ETA había funcionado hasta ahora y que negociar con la banda equivaldría a reconocer que sus asesinatos han sido un instrumento válido para lograr fines políticos. La cínica referencia final a la Transición que da sentido al artículo viene a cuento porque el Partido Popular, radicalmente contrario a la negociación con ETA y a la reconciliación "sin vencedores ni vencidos", se mostraba en cambio muy orgulloso del pacto para no remover viejas heridas que caracterizó a ese momento histórico, y criticaba todas las iniciativas para la llamada "recuperación de la memoria histórica", con las que los familiares de los represaliados por el franquismo querían reivindicar la figura de éstos, cosa que no pudieron hacer en las cuatro décadas que duró la Dictadura. Finalmente, muchas figuras prominentes del PP habían formado parte del Movimiento y mantenido estrechas relaciones con las autoridades franquistas. Un análisis más detallado de las razones que podrían estar detrás de la intención del Gobierno de negociar con ETA se hace en "Batasuna mantiene desactivado el conflicto vasco", y uno sobre la situación de las víctimas y la imposibilidad de que llegaran a marcar la agenda política en "Las víctimas, el ojo del huracán", ambos publicados en Periodista Digital. Sobre las campañas de recuperación de la memoria histórica se puede leer "El ángel de la Transición".
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