4 noviembre 2009 |
El día que Herrera dijo basta |
Estupefacto. Anonadado. Patidifuso. Ojiplático. Se me amontonan las sílabas y, aun así, me faltan las palabras para expresar el estado de tribulación en que me dejó aquel entrecomillado agresivo que centelleaba en la pantalla del ordenador: “Que no cuenten conmigo en 2011 si no arreglan lo de Caja Madrid”. En seguida, mi zozobra inicial se vio corroborada al leer que Juan Vicente el Prudente había llegado a decir una fea palabrota en el intento de calibrar hasta qué altura de su anatomía están los militantes del PP del eterno tirasoga entre Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón. Con eso ya estaba claro. La autenticidad de su arrebato de ira quedaba fuera de toda duda. No era una licencia sacada de corrillo ni una trampa del titular, ese recurso periodístico al que debemos gran parte de la simpleza, la demagogia y la pereza argumental que se han instalado en la política. Herrera había dado el puñetazo en la mesa que muchos votantes populares llevaban meses pidiéndole a Mariano Rajoy, y, francamente, no era justo el comentario que algún desaprensivo había dejado al pie de la noticia: “¡Que no lo arreglen! ¡Que no lo arreglen!”. Además, el hecho es que se arregló. El terremoto desencadenado por el barón rampante de Castilla y León, seguido del eco de las réplicas reverberadas por Tomás Villanueva y Juan José Lucas, sacudió las conciencias, agrietó los egos, y ni siquiera hubo que esperar al Comité Ejecutivo de ayer para que Gallardón retirara su recurso, Aguirre a su candidato y Rajoy se ahorrara, metiéndola en una caja fuerte, la posible competencia de Rodrigo Rato. Tras su alarde de bravura, burgalés y compostelano ya pueden regresar a su proverbial mansedumbre, que, honestamente, les queda mucho mejor. Sin embargo, el episodio tectónico ha dejado una inquietante huella en los sismógrafos. Porque, por hondo que fuera su desánimo, ¿no resultó muy forzado que Herrera empeñara precisamente su continuidad si no se arreglaba el problema de Madrid? ¿En qué le afecta al PP de Castilla y León lo que haga el madrileño? El caso es que, antes de proferir su amenaza, el presidente ya había dicho en su discurso que tiene más historia que futuro en la Junta. ¿Estaba preparándose el camino de salida? No sé, pero yo en verano oí ciertos rumores de que para 2011 el PP se propone cambiar de candidato. Aquel día, por cierto, también se me acabaron los adjetivos de sorpresa.
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Referencias y contextualización Una crónica del polémico discurso del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera se puede leer aquí. Una referencia al comentario del vicepresidente segundo, Tomás Villanueva, aquí; y otra a la aportación del ex presidente Juan José Lucas, aquí. El lunes 2, un día antes del Comité Ejecutivo del PP, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón anunció que retiraba su recurso al procedimiento para nombrar al nuevo presidente de Caja Madrid y el vicepresidente de la Comunidad de Madrid y hombre de confianza de la presidenta Esperanza Aguirre, Ignacio González, mostró su apoyo al otro candidato, el ex ministro de Economía, ex director del FMI y ex candidato a suceder a José María Aznar al frente del PP, Rodrigo Rato, en lo que se consideró una renuncia a su candidatura.
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