17 noviembre 2010
Integrismo e incongruencia
 

 

Por lo visto, los hosteleros de León no terminan de creerse el pronóstico oficial del Ministerio de Sanidad de que la ley del tabaco no va a suponer ninguna merma en sus ganancias porque el hecho es que el 70% de los españoles no fuman. Naturalmente. El muestreo relevante aquí no es uno que represente a toda la población, incluyendo ancianos, abstemios, matrimonios caseros y monjas de clausura, sino uno que recoja sólo a los clientes de los bares. Y, dentro de este subconjunto, un estudio de una asociación de consumidores estima que la proporción de fumadores supera el 45% y la mitad de la otra mitad afirma que no le molesta el humo.

En definitiva, la nueva ley la notarán poco los restaurantes, donde uno no acude por la expectativa de un cigarro, pero sí los bares, porque, para muchos consumidores, los cafés, las cañas y las copas están intrínsecamente asociados al tabaco o incluso son una mera excusa o suplemento del pitillo. Por eso, mucho me temo que la inactividad y el paro que se han ido extendiendo por este último sector durante la crisis no tardarán mucho tiempo en hacer metástasis.

Sin duda, los camareros no tienen por qué ser los paganos de los vicios de los clientes, y no cabe alegar que son libres de rechazar el trabajo porque eso sería discriminar a los candidatos que no toleren el humo y subastar el puesto para dárselo a quien acepte peores condiciones laborales. Pero la propuesta de los hosteleros leoneses (y de otras provincias) de habilitar una zona de autoservicio donde se pueda fumar es muy razonable. Yo añadiría a ella la de permitirlo también en los bares regentados únicamente por un autónomo fumador o que quiera especializarse en este nicho de mercado, que no por (supuestamente) minoritario resultará menos rentable.

Sofocar esos últimos reductos del tabaco y además boicotear su conversión en clubes de fumadores vetándoles cualquier ánimo de lucro ya no es una justa defensa de la salud de terceros; es, pura y llanamente, integrismo. Eso por no hablar de la incongruencia que esconde la recientemente añadida prohibición de fumar al aire libre cuando haya niños cerca. Si se ha de proteger a los tiernos infantes de cualquier mínima exposición al humo, ya podemos ir retirando la custodia a los padres que los monten en coche en el garaje, los dejen en la puerta del cole donde se arraciman sus compañeros o los lleven de paseo por una calle que no sea peatonal.

 
 

 

Referencias y contextualización

El viernes 12, la Asociación provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de León hizo públicas sus estimaciones de que la nueva ley antitabaco, que se aplicaría a partir de enero, provocaría el cierre del 30% de los establecimientos de la provincia y la pérdida de al menos un millar de puestos de trabajo. En otras partes de España, este sector, el Club de Fumadores por la Tolerancia y el PP habían lanzado ya antes la propuesta de abrir zonas de autoservicio en los bares en los que no haría falta que entraran los empleados y se podría fumar.

 

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