26 mayo 2010
La ciencia culmina la obra de Got
 

 

Hace siglo y medio, a Darwin le llamaron la atención los cruces que los ganaderos ingleses propiciaban entre sus mejores reses para perfeccionar la raza y se preguntó si la vida salvaje no haría espontáneamente lo mismo en una suerte de selección natural. Ahora, una vez constrastada la hipótesis motriz del evolucionismo gracias a los hallazgos paleontológicos y los análisis biomoleculares, el círculo se cierra y un ganadero de Palencia presta sus vacas a los científicos para recoger los genes de un semental y culminar la gran obra de Got.

Pese a los escrúpulos que atronan desde las alturas morales cada vez que el hombre asciende un escalón hacia el control de los mecanismos que rigen la vida, los ululantes muecines han de saber que ni Craig Venter ni los creadores de Got rivalizan con Dios. En todo caso, están creando como Él nos creó, aplicando fielmente su proyecto; sólo que racionalizado y acelerado, reduciendo los costes e imprevistos y mejorando su eficiencia.

La evolución es un despilfarro millonario de años, especies y ensayos-y-error que no nos podemos permitir en tiempos de crisis. Un genoma sintético crea con austera eficacia el inmunizador que una estirpe tarda milenios en pespuntear y unas clonaciones bien planificadas ultiman en un par de generaciones la selección que la naturaleza iba a perpetrar igualmente, con una masacre de inadaptados poco edificante para la igualdad de trato y la no discriminación.

No hay que ponerse tremendistas. Got no es el heraldo de la Götterdämmerung o crepúsculo de los dioses, sino el de la suave transición a un nuevo día. El de la delegación voluntaria y traspaso de poderes a los héroes humanos, que, con ingenua ansia de saber y el peligro siempre latente de que el anillo llegue a la persona equivocada, han de acabar lo que no les fue dado hacer a los inmortales. Es ley de vida. Al fin y al cabo, lo único evidente del plan divino es que dispuso que los hijos fueran más perfectos y poderosos que los padres.


 
 

 

Referencias y contextualización

El martes 18, nació en una ganadería de Melgar de Yuso (Palencia) Got, el primer toro de lidia clonado, a partir del genoma de un semental inyectado a una vaca de la granja palentina. Got es también el lexema que alude a Dios en las lenguas germánicas. El viernes 21, se hizo público que Craig Venter había creado la primera célula sometida a un ADN sintético, diseñado y fabricado en laboratorio, que se insertó en el lugar del núcleo de una célula viva..

Los muecines son quienes llaman a la oración desde lo alto de las mezquitas. El Gobierno había anunciado para antes de agosto el proyecto de la ley de igualdad de trato y no discriminación.

El crepúsculo de los dioses (Götterdammerung en alemán) es la cuarta y última ópera de la tetralogía El anillo del nibelungo, de Richard Wagner. En la tercera, Siegfried recibe del dios Wotan, tras una pelea medio consentida por ésta, el testigo para que realice lo que no les ha sido hacer a los dioses. Caracterizado por su ingenuidad, Siegfried no codicia el poderoso anillo, pero muere al no poder evitar que caiga en manos de sus enemigos.

 

 

Artículo siguiente

Artículo anterior

Página principal