27 octubre 2010 |
La saga/fuga de ZP (epílogo) |
Mi artículo de la semana pasada sobre el mitin de Zapatero en Ponferrada tuvo una vigencia de exactamente una hora, la que transcurrió desde la apertura de los quioscos hasta que se filtró la revolución ministerial que el presidente había negado el domingo a los periodistas, en público pero también en privado. Una buena prueba de que entre los políticos y la prensa circulan tres tipos de mensajes: los oficiales, el off-the-record… y la verdad, que, como diría el maestro Antonio Rubio, sólo se descubre gracias a las ex esposas despechadas. Lo cierto es que el epílogo a la saga/fuga de ZP tuvo, en realidad, tanto de giro argumental como de pleonasmo. Y no sólo porque el reajuste del gabinete pueda interpretarse tanto como un anuncio de la sucesión en la persona de Rubalcaba como un último intento de Zapatero de impulsar su propia candidatura a la reelección. Es que enmendar a la totalidad lo anunciado, previsto o siquiera imaginable constituye, precisamente, la esencia del Vate. Aventurero, efectista, ingeniero de la sorpresa, la escasa enjundia intelectual de Zapatero se convierte en genial audacia cuando se trata de actuar, de simbolizar, de impactar, de manifestarse, de tomar la iniciativa. Mueve fichas del tablero sin sentirse constreñido por sus jugadas anteriores, replantea el enfoque y, de repente, en el PP ya admiten sotto voce que con Rubalcaba empieza “otro partido”. Los dirigentes populares también reconocen la bronca que le han echado a Javier León de la Riva por el gol en propia meta que se ha marcado en el minuto 1. Eso sí, sin exonerarle de su bravuconada faltona, la acusación de machismo y el ultraje escenificados por el PSOE, con todo un José Blanco haciendo una breve escala en Ferraz antes de salir chutando a La Zarzuela para la toma de posesión parecen deliberadamente sobreinterpretados. En realidad, el alcalde no despreció a las mujeres en general sino a una en concreto, a la que primordialmente no juzgó por su físico sino por la falta de capacidad que le atribuye. En cuanto a los famosos “morritos”, la insolencia del comentario agrede menos al género que a la edad; difícilmente se habría atrevido a decir lo mismo de Fernández de la Vega. Y, aunque el alcalde insinuara algo lascivo, tachar los vaciles picantes de machistas es tan retrógrado como pensar que las mujeres son el polo pasivo del sexo. Si Pajín hubiera dicho, supongamos, que León de la Riva tiene tan mal humor porque no se le levanta, el comentario sería zafio, absurdo e improcedente; pero nadie diría que es una ofensa a los sexagenarios.
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Referencias y contextualización A primera hora del miércoles 20, día en que se publicó el artículo anterior, La saga/fuga de ZP (en el que se identifica al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con el Vate José Barrantes de la novela La saga/fuga de J. B., de Gonzalo Torrente Ballester) , comenzaron a volar los rumores de una inminente y profunda remodelación del gabinete, que Zapatero confirmó personalmente en una rueda de prensa en La Moncloa a las 12 del mediodía. Especialmente se destacó que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, era designado vicepresidente primero y portavoz del Ejecutivo, en un movimiento que algunos comentaristas interpretaron como que Zapatero se encomendaba a la buena imagen de Rubalcaba para remontar en las encuestas y otros como un intento de darle visibilidad y poder previo a su eventual candidatura a las elecciones de 2012. Antonio Rubio es un destacado periodista de investigación del periódico El Mundo. Ese mismo día, saltó la polémica a nivel nacional por unas declaraciones del alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, en la cadena de radio Onda Cero, en las que habló de la nueva ministra de Sanidad, Leire Pajín, en estos términos. Varios dirigentes del PSOE, entre ellos su vicesecretario general y ministro de Fomento, José Blanco, en una rueda de prensa convocada de forma extraordinaria en Ferraz, calificaron estas palabras de "intolerables" y "machistas".
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