25 noviembre 2009
La violencia de género ya es un dogma
 

 

Con su léxico normalizado, sus argumentos circulares, sus sofismas para confirmar la premisa y su día internacional colgado en el calendario, la violencia de género ya es un dogma en toda regla. En un tiempo récord (desde 1995 en el mundo y desde 2004 en España), lo que surgió como una hipótesis digna de considerar se ha convertido en una verdad irrefutable a fuer de presupuesta: el maltrato a las mujeres es producto del machismo urdido en la evolución histórica.

Podía haber sido. Yo jamás proferí las grotescas burlas que algunos hacían de la palabra género ignorando que pretendía aludir a una presunta causa social y no biológica, y en 2001 incluso escribí que a los malos tratos les quedaban 10 años, los que faltaban para que se hicieran adultos los primeros alumnos a quienes, tras asistir a clase de igual a igual con mujeres, les resultaría inconcebible golpearlas. Pero a la luz de los datos no me ha quedado más remedio que rectificar, que, si no de sabios (qué más quisiera), al menos sí es de antidogmáticos.

Este año, la efeméride ha venido precedida en España de dos hechos llamativos. El primero, el estudio que revelaba que el 25% de las mujeres asesinadas y el 40% de las que han pedido órdenes de alejamiento tenían menos de 30 años; Bibiana Aído comentó que era un motivo para reflexionar… sobre el machismo de los jóvenes. El dogma impide siquiera plantearse si los jóvenes a lo mejor no son tan machistas, y lo que ocurre es que el machismo es independiente de la violencia de género.

El segundo, la sentencia de Cantabria que decretó que en parejas adolescentes no puede haber violencia de género. El Ministerio de Igualdad, a quien le sentó fatal, advirtió en seguida de que este tema no distingue de edades. Y tenía razón: el comportamiento sadomaso del muchacho, que combinó amenazas, despecho y autohumillaciones como arrastrarse por la calzada para que la chica no le dejara, se parece bastante al de muchos maridos asesinos. Es visceral, arrebatado; para nada una proyección del machismo cultural. Pero el dogma, de nuevo, impide ver la evidencia y sigue desenfocando la estrategia contra una de las mayores tragedias de nuestra sociedad.


 
 

 

Referencias y contextualización

El 17 de noviembre se cumplieron 20 años del asesinato de seis jesuitas españoles, tres de ellos de Castilla y León, comprometidos con la teología de la liberación. Un especial con motivo del aniversario del crimen se puede leer aquí. Un deus ex machina era la intervención de la divinidad para solucionar una situación en el teatro clásico, y se llamaba así por la tramoya que tenía que introducir al dios en el escenario. Aristóteles desaconsejaba este tipo de giros en la trama por su falta de verosimilitud.

 

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