2 diciembre 2009 |
Un argumento y el contrario |
Uno puede argumentar que los documentos históricos pertenecen ante todo a su legítimo poseedor, que los derechos de propiedad y su correspondiente herencia prevalecen sobre la entrega del material a un organismo público para que custodie el patrimonio común. Tal fue el razonamiento que esgrimió en su día la Generalitat de Cataluña para reclamar los legajos que las tropas franquistas expoliaron al Gobierno autonómico y a otras instituciones y particulares de la región durante la Guerra Civil... y expoliar a su vez al Archivo de Salamanca de lo que puede considerarse un patrimonio nacional en tanto que vestigio de una tragedia que afectó a toda España. ... O bien puede hacer todo lo contrario: defender que hay cosas que, debido a su valor histórico para una comunidad, se convierten en patrimonio de la misma y escapan a la normativa ordinaria que rige la propiedad y transacción de bienes materiales. Tal es el razonamiento que esgrime ahora la Generalitat para negar a los hijos de Agustí Centelles su derecho a vender a quien quieran el legado de su padre, que, por cierto, nació en Valencia y no sólo retrató la Cataluña en guerra, sino también el frente del Ebro y la Francia ocupada. Obviamente, lo que no se puede es hacer las dos cosas según convenga, poner los collons cada vez en una cesta. Bueno, en realidad, tampoco se puede denotar el carácter legal de un estatuto y despreciar el de una disposición del Tribunal Constitucional, ni ver únicamente pluralidad en España y apelar a la voluntad popular sólo de Cataluña, ni defender la lengua materna contra la normalización franquista en castellano y luego imponerla en catalán para no crear dos comunidades... En fin, nada que ustedes no sepan ya de sobra. Yo, que en su día defendí el traslado de los papeles de Salamanca, no puedo menos que pedir que los herederos de Centelles dispongan libremente de las fotos del artista. Pero no por venganza, como dice el conseller Tresserras, sino por simple coherencia. Ratificada, a lo sumo, por el hecho de que, si la devolución de los legajos no menoscababa la divulgación de un material a todas luces reproducible, Octavi y Sergi se han decantado por el Ministerio precisamente porque piensan que éste les garantiza la mejor difusión de la obra de su padre.
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Referencias y contextualización La noticia de la venta del archivo fotográfico de Agustí Centelles al Ministerio de Cultura se puede leer aquí. La réplica de la Generalitat de Catalunya por boca del conseller de Cultura y Medios de Comunicación, Joan Manuel Tresserras, aquí. Sobre la polémica de la devolución de los legajos de la Generalitat, se pueden leer el artículo "Archivo invertebrado", publicado en Periodista Digital. En estos momentos, estaba por todo lo alto la polémica acerca de la sentencia que tenía pendiente dictar el Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña.
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