27 febrero 2002 |
Dirige Enrique Gavilán |
Desde antes de ayer y hasta el 5 de marzo está abierto el plazo de inscripción para el Curso de la Filmoteca que proponen este año el Ayuntamiento y la Fundación Municipal de Cultura, bajo el título La Historia después del once de septiembre, y que tendrá lugar todos los miércoles hasta el 15 de mayo en la Casa Revilla. El año pasado ya pude comprobar lo bien pensados que están estos cursos, la amenidad y profundidad de perspectiva que les confiere la dinámica de película más conferencia y la inteligente selección de los ponentes. Pero es que, además, la dirección del que se organiza éste ha sido encomendada a Enrique Gavilán. El doctor Gavilán, Quique, es el profesor encargado del área de Teoría de la Historia en la Universidad de Valladolid, adscrita al Departamento de Historia Medieval por circunstancias de cuyo nombre no quiero acordarme. Pero no, qué va, es más; es infinitamente más. Es mi maestro, mi amigo, mi lector implícito, a veces mi psiquiatra y, en suma, la figura que ilumina y justifica por sí sola mis cuatro años de licenciatura. La voz que me susurró en plena desbandada que, después de todo, quizá no había sido un ingenuo tan grande, quizá era factible buscar lo que yo buscaba en el yermo desierto donde a mí se me ocurrió buscarlo. Inmenso, brillante, entusiasta, independiente, multidisciplinar; la excepción en toda regla, el paradigma del sabio total que yo una vez soñé que era patrimonio de todos los sabios y al final tuve que resignarme a no ver realizado en casi ninguno. Julio Valdeón le presentó en una charla como el mayor intelectual de la Universidad de Valladolid. Sí, seguro. Pero además un milagro para alumnos y amigos, un duende en el teatro surrealista de togas y birretes, una mina a cielo abierto dispuesta a ser saqueada año tras año con la sola patente de corso de la inquietud por las cosas. Es el mejor. Sin matices, sin enmiendas, sin paliativos. Debería ser el punto de referencia en la irrisoria vida filosófica de esta ciudad, pero de momento ha conseguido convocar un plantel de alto riesgo para analizar desde diversos planos un aspecto del 11 de Septiembre que va más allá de las trivialidades con que nos suelen bombardear los medios: la configuración que hemos hecho de él como acontecimiento histórico decisivo y su capacidad como tal para transformar nuestra conciencia de la realidad. Nos vemos.
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Referencias y contextualización El Ayuntamiento de Valladolid, a través de la Fundación Municipal de Cultura, organiza cada año en la Casa Revilla los Cursos de la Filmoteca, que consisten en una serie de conferencias precedidas cada una de ellas por la proyección de una película; todas las películas y todas las ponencias giran en torno a un único tema central. La charla de José María Calleja en este ciclo es comentada en el artículo "¿Desde dónde hablar?" La asignatura de Teoría de la Historia fue implantada en el plan de estudios de la Licenciatura de Historia sólo por la insistencia del Departamento de Medieval, y en concreto de Enrique Gavilán, en encargarse de ella. El resto de departamentos la juzgaron innecesaria, dentro de la convicción generalizada de los historiadores tradicionales de que su metodología conduce directamente a la verdad de los hechos, y por tanto no procede un análisis crítico de temas como la influencia del lenguaje y de la técnica narrativa en las conclusiones a las que se llega, la discontinuidad entre los paradigmas, la fiabilidad de los documentos o la posibilidad de acercarse a ellos de forma aséptica e independiente de la distancia temporal que les separa de ellos. Sobre la metodología historiográfica se ironiza, por ejemplo, en el artículo "Los documentos". Julio Valdeón Baruque es catedrático de Historia Medieval en la Universidad de Valladolid, y uno de los medievalistas más reputados de España desde finales del franquismo.
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