18 septiembre 2002
Dudas festivas
 

 

Estando como está el PSOE indeciso entre recuperar la memoria histórica y desperdigarla por los descampados de Ávila, oscilando como oscila el PP entre participar en el Día Europeo sin Coche y llenar Valladolid de parkings subterráneos, se me perdonará que mi alma todavía no se haya decantado por San Mateo o la Virgen de San Lorenzo como destinatario de mi devoción festiva y guía de mis desvelos místicos y etílicos.

Desde luego, si se confirmase que el dios del clima tiene preferencia por la nueva patrona, quién es el hombre para desatar lo que él ha atado; pero es que este año me he disfrazado de tesinando becado, y los ejemplares de dicha subespecie, acaso la más insignificante del género humano, sólo podemos encogernos de hombros cuando nos corean la consabida pregunta: “¡Ésos-del-babero, de-qué-peña-son!”.

He tenido, pues, oportunidad de sentir la frustración de los universitarios que dan fruto en otoño en vez de en primavera y lamentan el adelanto de las fechas imaginando metidos en casa la fiesta maravillosa que se están perdiendo. Claro, que la fantasía es siempre mucho más indisputable que la realidad: la única vez que he pasado por la Plaza Mayor en estos días, Fernandisco estaba arengando a la masa de jóvenes de ambos sexos repitiendo hasta el infinito su cántico de guerra: “Tech-no!, Are you ready?, Come on!”. No supe decidirme, pero una de dos: o nos creen idiotas o es que saben que lo somos.

Y justo, por algo en lo que no dudo, me gano calificativos de pedante, dogmático y elitista de parte de una de mis amigas más valiosas y queridas. Sonaba por algún sitio un Ave María que no era el de Schubert, y yo, como de costumbre, no pude resistirme a soltar imprecaciones contra esas canciones pop que nos meten por los oídos y no tienen nada de nada. Ella argumentaba que el público es soberano, y que no todos los golpes de marketing son admitidos por el mercado.

A lo mejor debería dudar aquí también. Empaparme de las certezas de la fiesta, y dejar de ser un esnob o un talibán de la cultura, como me llamó un día Fernando Conde con cariño y todavía más ingenio. Quizá todas las manifestaciones del pueblo sean cultura, independientemente de su audacia y virtuosismo técnico. Sí, dejaré de ser un elitista: cuando quiera valorar el arte no daré preferencia a los críticos, y cuando se me atasque el lavabo tampoco llamaré al fontanero.

 

 

 

Referencias y contextualización

El PSOE se mostró claramente a favor de la labor de la Asociación por la Reconstrucción de la Memoria Histórica, que promovía la búsqueda de restos de los republicanos asesinados por las tropas franquistas y enterrados en fosas comunes, con el objeto de darles una sepultura digna (sobre este tema, ver "El ángel de la Transición").. Estos días, en Ávila se encontraron en un basurero cientos de documentos sanitarios personales al parecer extraviados por el Ayuntamiento socialista de la ciudad. El Ayuntamiento de Valladolid, gobernado por el PP, parecía estar a favor del próximo Día Europeo sin Coche, pero al mismo tiempo había decidido licitar la construcción de dos párkings públicos subterráneos en el centro de la ciudad, para evitar el problema de aparcamiento.

A partir de 2000, el alcalde Javier León de la Riva decidió dedicar las fiestas patronales de Valladolid a la Virgen de San Lorenzo en lugar de a San Mateo, ante todo porque las fechas se adelantarían dos semanas y la probabilidad de que el tiempo fuera agradable y no arruinara las actividades aumentaría considerablemente; desde este punto de vista, las realidad empírica le dio la razón, pero los universitarios se quejaron mucho, porque en la primera quincena de septiembre tienen lugar los exámenes de recuperación. "¡Ésos de azul, de qué peña son!" es un cántico que las peñas frecuentemente dedican a los policías municipales que se encuentran por la calle.

Fernandisco es uno de los pinchadiscos más famosos de la emisora de radio comercial Los 40 Principales. Ave María fue la canción más famosa del primer disco de David Bisbal, que saltó a la fama tras participar en el concurso de TVE Operación Triunfo; sobre este programa, ver "Cicerone Consule" y "Europe´s living a descerebration".

Fernando Conde era colaborador ocasional de Diario de Valladolid.

 

 

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