7 octubre 2009 |
Cambios de enfoque |
Cada cierto tiempo se proponen a la sociedad, se van instalando poco a poco y finalmente se sedimentan del todo cambios de enfoque que transforman por completo nuestra percepción de las cosas. Correlato pedestre de los paradigmas de Kühn y las epistemes de Foucault, según los cuales el conocimiento no es acumulativo sino sucesivo, estas reformulaciones no tienen por qué ser avances, ni retrocesos; sólo orientan nuestra cosmovisión hacia una región diferente del cielo. Una que tiene visos de asentarse es la conciencia de que no tenemos derecho a hacer sufrir a los animales bajo la coartada de fiestas y tradiciones como el Toro de la Vega. Es muy posible que al futuro el maltrato animal le resulte tan inconcebible como a nosotros el antiguo concepto de los indios como bestias sin alma a las que se podía esclavizar sin el menos escrúpulo. Claro, que su prohibición, mucho me temo, llevará en seguida la de los experimentos científicos con animales y hasta la de comer carne. Otro cambio de enfoque, muy recomendable además, sería derrocar el prejuicio de que la universidad ha de ser estrictamente un servicio público, porque de ahí nace nuestro rechazo instintivo a que las empresas se introduzcan en ella. Esta inercia, que movilizó a los enemigos de la LOU y ahora galvaniza a los del Plan Bolonia, olvida que el objetivo último de la universidad no es culturizar a la gente, sino el mucho más imperioso de capacitarla para ganarse la vida con un trabajo. Algún día se verá con normalidad que la demanda de mano de obra de los distintos sectores profesionales determine el númerus clausus de las carreras orientadas a cada uno. En cambio, un cambio de enfoque erróneo, que han impuesto el feminismo y la izquierda con tanto éxito que ya lo asume hasta Juan Vicente Herrera, ha sido la asunción del dogma de que la violencia de género es un producto del machismo, en lugar de una (igual de deplorable, por supuesto) mezcla de celos, sadismo y dependencia, como creo que se intuía antes. Y otro más, decididamente nefasto, que ya germina al amparo de la crisis, es que los gobiernos y los sindicatos sientan que tienen el deber de negociar a la baja con las multinacionales para mantener abiertas las fábricas e impedir que se vayan a otros países. El que los coches vengan de París no puede tenernos a todos a expensas de los antojos de Renault.
|
Referencias y contextualización Thomas Kühn, en La estructura de las revoluciones científicas (1962) describió la historia de la ciencia como un proceso jalonado por sucesivas revoluciones, luego generalmente llamados cambios de paradigma, que propician un cambio radical en la forma de abordar la ciencia, hasta hacer inconmensurables los sucesivos paradigmas. Cuatro años después, Michel Foucault sostuvo en Las palabras y las cosas que cada época tiene unas determinadas condiciones de verdad que delimitan el discurso que se considera válido en ella, a las que llamó episteme. El sábado 3, el Congreso aprobó, a iniciativa de ICV, "establecer los mecanismos y desarrollos legales necesarios que eviten situaciones de maltrato animal tales como el Torneo del Toro de la Vega". El lunes 5, El Mundo-Diario de Valladolid entrevistó al rector de la Universidad, Evaristo Abril, quien habló, entre otras cosas, del proceso de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (habitualmente conocido como Plan Bolonia) y las campañas emprendidas para explicarlo. El domingo 4, se supo que el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, defendería en el Comité de las Regiones de la UE, en nombre de la delegación española, un dictamen con un enfoque global e integral de la violencia de género. El martes 6 se firmó un acuerdo para mantener la fábrica de Renault en Valladolid al menos hasta 2018, después de que un posible cierre estuviera planeando sobre la ciudad en los últimos dos años. Sobre la tradición del Toro de la Vega típica de la localidad vallisoletana de Tordesillas, se puede leer también el artículo "Centello quiere ser un embrión". Una crítica al concepto habitual de la violencia de género es "La violencia machista no es machista". Una ironía sobre la competencia entre las filiales de una misma multinacional para quedarse con la fabricación de un determinado producto o modelo y mantenerse así abierta es "El capitalismo se refunda".
|
|