25 marzo 2009
El capitalismo se refunda
 

 

Sabíamos por los vaticinios de mentes preclaras que la actual crisis económica iba a precipitar la refundación del capitalismo sobre unos cimientos sólidos que impedirían que la historia se repitiera. Pero lo que nadie sospechaba es que la reestructuración fuera a seguir los derroteros que anuncia la insólita autocongelación de salarios de los trabajadores de Seat para que se adjudique a la planta de Martorell la fabricación del Audi Q3.

Que tomen nota los empleados de Renault en Valladolid si no se conforman con montar ex-aequo con Nissan ese motor que dicen que es multicultural sólo porque lo han diseñado técnicos de varios países, como si la ingeniería fuera cosa del folclore. Pronto será el signo de los tiempos. UGT y CCOO, que ya pactaban moderación salarial con la CEOE en los tiempos de bonanza en que las plusvalías se ponían las botas, apelarán ahora a la conservación de los puestos de trabajo para firmar con mayor motivo los dos años sin aumentos que exige Volkswagen. Pero claro, nada les asegura que, en algún lugar del ancho mundo, los trabajadores de otra fábrica de la multinacional no vayan a entrar en la puja seduciendo a la matriz con una congelación de tres, el copago del IVA y las cotizaciones sociales, una oferta de lanzamiento 2x1 que duplique el horario de trabajo y el regalo exclusivo de un teléfono móvil para cada uno de los miembros del consejo de administración, que será financiado mediante colecta entre la plantilla.

Quién le iba a decir a Marx que el movimiento obrero del siglo XXI, en vez de aprovechar la mejor ocasión que se le ha presentado para desestabilizar el capitalismo, ayudaría a refundarlo salvaguardándolo para siempre de sus crisis estructurales. A partir de ahora, con las asignaciones de proyectos y las selecciones de personal convertidas en una subasta a ver quién pide menos, los currículum reducidos a una línea en la que el candidato diga cuánto está dispuesto a cobrar y los cazatalentos trasmutados por arte de oferta y demanda en mercaderes de esclavos, las empresas y los bancos rebosarán de liquidez gracias al ahorro de costes laborales y a China le lloverán los elogios por erigirse en primera potencia del mundo como resultado de las deslocalizaciones industriales que obtuvo en libre y leal competencia.

 

 

 

Referencias y contextualización

El presidente francés, Nicolás Sarkozy, dijo en una cumbre del G-20 que los líderes mundiales iban a "refundar el capitalismo", un mantra que se extendió también por la izquierda española.

El viernes 20, la plantilla de Seat aceptó en referéndum congelarse los salarios durante un año para facilitar que la empresa matriz, el Grupo Volkswagen, adjudicara a la planta de Martorell la fabricación del nuevo modelo Audi Q3. Si se obtenía, la factoría podría permitirse hacer también un nuevo todoterreno de la marca española de la multinacional. Volkswagen replicó que la congelación debía hacerse efectiva durante dos años y que el compromiso debía suscribirlo el comité intercentros.

En este momento, la fábrica de Renault en Valladolid también necesitaba que se la adjudicara un modelo para evitar una probable pérdida de puestos de trabajo, aunque su sección de Motores sí había recibido el encargo de montar el nuevo motor Nissan-Renault, que los directivos de la empresa habían definido como "multicultural" por haber intervenido en su fabricación ingenieros de varias nacionalidades. Otros artículos sobre la crisis económica son "Yo quiero ser constructor", "Eso no es la crisis", "Los bancos, únicos responsables de sus riesgos", "Inyecciones de liquidez", "El consenso, entre los prisioneros" y "Gestos e impuestos".

 

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