23 junio 2010 |
El sol pide fuego |
Dicen que el sentido originario de las hogueras de San Juan era ofrecerle al sol la fuerza que, una vez alcanzado su apogeo, le va a ir flaqueando a medida que avanza hacia las antípodas del calendario. Si es así, la fecha llega justo a tiempo, puesto que ayer empezó a tramitarse en el Congreso la reforma que le va a prohibir pedir fuego en los bares, alimentarse como un coche eléctrico de los pitillos que nos enchufamos los fumadores a cambio de proveernos de luz y calor cuando salimos afuera. Asumo que la nueva norma es lógica y está en línea con las homologadas en la UE, esa carcelera que dicen de nuestro régimen de libertad vigilada. Los fumadores hemos tenido la misma mala suerte que quienes compraron un piso o invirtieron en Bolsa antes del estallido de la burbuja inmobiliaria: nos indujo a meternos en esto un entorno favorable que luego ha resultado contradicho por el cambio de circunstancias, y al final nos hemos quedado a tiro entre base y base como en el béisbol, sin poder seguir fumando con la cotidianeidad con que lo hemos hecho siempre ni, a estas alturas, tampoco ignorar el vicio que hemos adquirido. Pero, sin duda, es una vulnerabilidad que vale la pena ahorrar desde el principio a los jugadores que aún están por salir a batear. Ahora bien, los grandes perjudicados de la reforma de la ley no vamos a ser nosotros, que, a lo más, quemaremos papeleras si nos entra el mono, sino los hosteleros. Los estudios del Comité Antitabaco que les auguran un mejor futuro en su nueva condición de espacios sin humo, apelando al éxito de las cadenas de comida rápida durante la crisis, confunden a sabiendas la correlación con la relación causa-efecto. Lo mismo que les ocurre a esos otros informes que publica atribuyendo al tabaco todas las muertes y enfermedades que podrían relacionarse con él. Sanidad debería permitir fumar en los establecimientos que se tomaron la molestia de hacer obras para reservar una zona; precisamente porque fueron pocos, merecen rentabilizarla y no sentirse idiotas por hacer las cosas como Dios manda. También tendría que dejar la puerta abierta a que los bares regentados por un autónomo fumador, sin empleados inocentes que puedan quedar expuestos al humo, se conviertan en clubes de fumadores, donde la ley va a seguir permitiendo el consumo de tabaco. Con estas dos modestas posibilidades, tanto el sol como nosotros tendríamos espacio suficiente para repostar.
|
Referencias y contextualización La del miércoles 23 de junio iba a ser la Noche de San Juan; un día antes, el Congreso de los Diputados aprobó una proposición de ley elaborada conjuntamente por el PSOE e IU-ICV-ERC para reformar la ley del tabaco vigente y prohibir fumar en todos los espacios públicos cerrados, incluidos los bares y restaurantes. Hasta ahora, los mayores de 100 metros cuadrados habían tenido que hacer obras para habilitar zonas de fumadores y en los menores la posibilidad de fumar se había dejado a discreción del dueño. Sólo se iba a seguir permitiendo fumar en los clubes de fumadores. Los coches eléctricos tenían previsto contribuir a la recarga del sistema por la noche, cuando circulan menos, y alimentarse del mismo de día, cuando el alumbrado ya no es necesario. La reforma de la ley iba en línea con lo aconsejado por la UE, cuyas admoniciones al Gobierno español para reducir drásticamente el déficit público habían hecho al presidente del PP, Mariano Rajoy, afirmar que la economía de España estaba bajo "libertad vigilada". En el béisbol, los jugadores pueden ser eliminados cuando están corriendo entre base y base. Sobre la Ley del Tabaco aprobada en 2005 y su prohibición de fumar en los lugares de trabajo, puede leerse "Argumentos cuantitativos y cualitativos". Dos visiones irónicas sobre el progresivo avance de las campañas contra el tabaco son "Fumar mata a sustos" y "La metamorfosis".
|
|