23 febrero 2005
Los leoneses, los primeros en todo
 

Si alguien pensaba que León ya había dado todo lo que llevaba dentro en 2004, ese annus mirabilis que empezó con la moción de censura de Villaquilambre tras la que se reeligió al alcalde cesante, que se prolongó con la investidura de Zapatero y que concluyó por todo lo alto con el show de Rodríguez de Francisco, desde luego estaba muy confundido. Ya sea por el prurito de ser los primeros en todo que les ha contagiado el paisano que preside España, ya por la liberalidad y falta de prejuicios a la hora de emparejarse que les ha insuflado el que casi preside Caja España, lo cierto es que León dedicará antes que nadie una calle al Día del Orgullo Gay. Primero fue la bandera multicolor izada en el Consistorio, ahora el nombre de una calle; se ve a los leoneses tan sensibles y tan simbólicos que no me extrañaría que el año que viene su escudo municipal estuviera habitado por un gatito.

La propuesta fue del PSOE pero se aprobó por unanimidad. A UPL posiblemente le convenció uno de esos agoreros que no se cansan de predicar que, cuando hay homosexuales por medio, todo acaba en divorcio y nuevas relaciones prohibidas. Por su parte, el PP engominado, endomingado y metrosexual de Amilivia ha entendido a la perfección la nueva doctrina de que no todas las ocasiones son apropiadas para darles por detrás a los socialistas, “aunque ya sé lo que estáis pensando, pillines”, que diría Zaplana.

De paso, el PP podrá demostrar por fin su inequívoco apoyo a los gays, que en la pasada legislatura no terminó de calar en la sociedad, por más que la Junta y varios Ayuntamientos populares abrieran sendas listas negras de parejas de hecho para que los interesados pudieran inscribirse con total normalidad.

Que casi nadie les creyera entraba dentro de lo previsible: todo el mundo sabe que los únicos defectillos del PP consisten en su mala gestión de las crisis y su poca habilidad para vender el producto ante la demagogia progresista. Bien es verdad que, aun con ésas, hace falta estar abducido por la izquierda para no querer oír los prometedores detalles que los peperos exhibieron en el último congreso nacional del partido. En aquel hito de la renovación, le colorearon la pluma a la gaviota, saltaron del penúltimo escalón al segundo en la bandera arco iris, inauguraron la celebración con una oda a los gays en versos sueltos y la clausuraron aclamando como líder a Mariano Butterfly, también llamado mariposón en traducción libérrima de Alfonso Guerra. Sí, Mariano Butterfly, aquél a quien, hace poco menos de un año, el amor por un yanqui obligó a hacerse el harakiri.

 

 

Referencias y contextualización

El Ayuntamiento de León aprobó por unanimidad el 8 de febrero que una de las calles del municipio fuera bautizada como "28 de junio", en honor al día en que se suele conmemorar el Orgullo Gay. Era la primera ciudad española que tomaba esta iniciativa; en los años anteriores, la bandera arco iris del colectivo homosexual se llegó a izar en el Ayuntamiento con motivo de dicha celebración. En el escudo de la ciudad y la provincia aparece un león rampante, a pesar de que la etimología del topónimo no viene del felino, sino de la séptima legión romana (Legio septima), que estaba destacada allí.

El domingo 20 se acababa de celebrar en España el referéndum por el que se aprobó popularmente la Constitución Europea en nuestro país, antes que en ningún otro de la UE. El presidente José Luis Rodríguez Zapatero, leonés de adopción, lo convocó con la intención explícita de que los españoles, de acuerdo con el eslógan del PSOE para la campaña, fueran "los primeros en Europa". El PP también apoyó oficialmente el Sí a la Constitución Europea, aun cuando algunos de sus líderes y militantes se quejaron de que Zapatero tratara de rentabilizar políticamente la convocatoria y de que pidiera la connivencia del PP después de atacar continuamente a ese partido y a la Iglesia Católica. En ese sentido, el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, dijo en Valladolid a algunos militantes: "Ya sé lo que estáis pensando, pero a pesar de todo os pido el Sí a la Constitución porque es bueno para España", y el presidente del partido, Mariano Rajoy, insistió repetidamente en que éste no era el momento de hacer oposición.. Sobre el referéndum, se puede leer también "Constitución Europea: NS/NC".

José María Rodríguez de Francisco, ex dirigente y luego tránsfuga de la Unión del Pueblo Leonés (UPL), un partido que propugna la independencia de León respecto a Castilla y su unión a Zamora y Salamanca para formar una nueva comunidad autónoma, había denunciado a principios de año que Ángel Villalba, secretario general del Partido Socialista en Castilla y León, le había ofrecido en 2001 la presidencia de Caja España a cambio de sostener con sus votos el gobierno del PSOE en la capital leonesa. La revelación se producía después de que, en diciembre de 2004, Rodríguez de Francisco y su compañera Covadonga Soto, una vez escindidos de la UPL, hicieran posible el cambio de gobierno en León apoyando ahora en una moción de censura al candidato del PP, Mario Amilivia, un político que se caracterizaba, entre otras cosas, por el cuidado de su imagen, y que en su anterior mandato al frente del Ayuntamiento leonés había cargado al presupuesto municipal los botes de gomina que utilizaba. En la crisis de diciembre de 2004 se basó el artículo "La bestia negra de la partitocracia". Y una parodia sobre la moción de censura de Villaquilambre se puede encontrar en "El Un, dos tres vuelve en Televisión Castilla y León".

La Junta de Castilla y León y algunos ayuntamientos también en manos del PP, ante la demanda social creciente en favor de los derechos de los homosexuales a que se reconocieran jurídicamente sus uniones, abrieron en 2002 listas de parejas de hecho. Esta decisión, que en principio pareció prometedora porque se anunciaba como el primer paso de una posterior homologación de derechos (ver "Un paso más"), al final no redundó en nada más.

El XV congreso nacional del PP, que se celebró los días 1, 2 y 3 de octubre de 2004, fue inaugurado por una polémica ponencia autocrítica del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que en una ocasión se definió a sí mismo como un verso suelto dentro del partido por, entre otras cosas, apoyar sin ambages el matrimonio homosexual. En este congreso, además, se modificó ligeramente la gaviota del logotipo del PP, se adoptó como color oficial el naranja en vez del azul oscuro y se eligió presidente a Mariano Rajoy, ya antes candidato del partido en las elecciones de marzo por designación de José María Aznar. El 31 de agosto de 2003, en la fiesta anual de la cuenca minera en León, el ex vicepresidente socialista Alfonso Guerra, con una jocosidad de dudoso gusto, dijo que Rajoy es "un poco mariposón"; aunque Guerra alegó que sólo quería referirse a que Rajoy no dejaba de volar de cargo en cargo, el tono con que lo dijo y la denuncia de la Plataforma Popular Gay ante el Tribunal Supremo sugiere otras connotaciones.

Madame Butterfly, la protagonista de la famosa ópera homónima de Giacomo Puccini, es una geisha japonesa que termina suicidándose con un puñal tras el desengaño amoso que sufre con el teniente Pinkerton, de la Marina de los Estados Unidos, con quien mantiene un breve idilio y cuyo prometido regreso sólo se produce, mucho tiempo después, acompañado de su esposa norteamericana. Según todas las encuestas, la principal razón por la que Rajoy perdió las elecciones de 2004 fue la impopular Guerra de Irak en la que se metió el Gobierno de José María Aznar (ver "Los dos mundos" y siguientes) y su consecuencia indirecta de los atentados del 11-M en Madrid, de los que el PP, según el eufemismo de la prensa conservadora, realizó una "mala gestión", (ver "Cuatro días de marzo").

 

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