10 octubre 2007
Precampaña
 

Si el mitin del domingo en Salamanca significó el inicio de la precampaña electoral del Partido Popular, habrá que deducir que lo que había venido escenificando hasta el sábado, inclusive, fue una suerte de larga poscampaña de los comicios de 2004. Pero bienvenida fuera esta sutil y caprichosa distinción si conllevara un cambio en su estrategia de oposición, acorde con la apuesta por el futuro que se marcó Rajoy a modo de reproche a la agenda del Gobierno.

Lamentablemente, los temas que sobrevolaron la pista del pabellón de La Alamedilla fueron la nación española, la negociación con ETA, el archivo de Salamanca, la ley de la memoria histórica y Educación para la Ciudadanía. Es decir, todos los que los populares han exorbitado durante estos tres años hasta apuntarse el nada sencillo logro de tapar las vergüenzas del Ejecutivo socialista con sus aspavientos desmesurados.

No parece que traer a la memoria las alertas histriónicas que sucesivamente nos advirtieron de que Zapatero rompía España, claudicaba ante los terroristas, reabría las heridas de la Guerra Civil y trataba de adoctrinar a los niños en la escuela sea la mejor manera de mirar hacia el futuro y postularse como una alternativa de gobierno sensata y moderada. El discurso de Rajoy dio la impresión de ser una enumeración expresamente diseñada para poner de manifiesto que el PP, no es que haya discrepado o extraído una interpretación errónea de alguna medida gubernamental; es que ha exagerado y tergiversado con premeditación y alevosía todas las decisiones del Ejecutivo (las arriesgadas, las controvertidas, las tibias e incluso las inofensivas) para poder fingir que estamos ante una “situación insostenible” como la que dibujó Juan Vicente Herrera.

Uno pensaba que los populares, al llegar la precampaña, se servirían de la imagen rastrera que han ofrecido en la oposición precisamente para dar un giro de 180 grados y que el contraste resultara más atractivo ante la opinión pública. Sería una metamorfosis en toda regla, en la que brotarían nuevos órganos de adaptación al entorno electoral como Alberto Ruiz-Gallardón y se atrofiaría la inquina hacia los nacionalismos conservadores con los que por necesidad tendrá que pactar para gobernar. Pero, de momento, la precampaña comienza como terminó la poscampaña. ¿Se reservarán el punto de inflexión para la conferencia política que anuncia Ángel Acebes para noviembre? ¿Pensarán que no les hace falta? Herrera dice que “todo indica” que el PP puede ganar las elecciones. Efectivamente, así lo pareció tras el 27-M, pero a día de hoy a mí no me salen las cuentas

 

 

Referencias y contextualización

El domingo 7 de octubre, el Partido Popular inició sus actos de precampaña con un mitin en el Pabellón Municipal de La Alamedilla en Salamanca. Sendas reseñas de la intervención del presidente del PP, Mariano Rajoy, pueden encontrarse aquí y aquí, y una de la del presidente de la Junta de Castilla y León y de los populares en esta comunidad autónoma, Juan Vicente Herrera, aquí. Sobre las perspectivas electorales que abrieron los comicios autonómicos y municipales del 27 de mayo trata el artículo "Primer aviso". Una crítica contra la labor de oposición del PP respecto a la política territorial del Gobierno socialista es "Una estupidez, no una tragedia" y un intento de refutar las acusaciones de que éste había cedido ante ETA en su negociación "Los precios políticos". Acerca de la ley de memoria histórica se puede leer "¿Herederos de quién?", acerca del Archivo de Salamanca "Archivo invertebrado" y acerca de la asignatura de Educación para la Ciudadanía "Sobre la libertad educativa de los padres y por qué el fundamentalismo laico no existe", estos dos últimos publicados en Periodista Digital.

 

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