3 enero 2007
A otra cosa (simplemente)
 

 

Al presidente del Gobierno se le debe echar en cara, sin duda, la constante improvisación que ha caracterizado a sus iniciativas con ETA, pero no se le pueden pedir explicaciones por el atentado de Barajas, como hizo la vicepresidenta primera de la Junta, ni decir que ya se le había advertido de que “es de locos hablar con terroristas”, como le recordó el presidente de la AVT en Castilla y León.

Suena perogrullesco tener que especificarlo, pero lo que hizo la banda en la T-4 no es consecuencia del proceso de paz ni del cambio en la estrategia antiterrorista, sino de su fracaso. Ensayando la vía del diálogo, Zapatero intentó precisamente ahorrarse estos inútiles coletazos de la agonía etarra, que habrían sido mucho más frecuentes sin alto el fuego. No lo ha conseguido, pero es una incoherencia criticarle primero por tratar de "apaciguar" a los terroristas y luego por una respuesta de éstos que presupone que ha hecho todo lo contrario. En realidad, lo que sucede es que ETA ha visto que no va a conseguir nada por ahí, que rehúsa domeñarse y contemporizar a pesar de su debilidad, y, si ella vuelve a las andadas, el Gobierno tendrá que hacerlo igualmente. Sabiendo que, en el camino, el dolor atravesará a varias o muchas familias, pero también que el terrorismo es completamente inocuo para el sistema y su fuerza militar una maqueta si se la compara con la del Estado.

A estas horas, eso sí, deberían ir entregando su carné de analistas por las tonterías que han escrito, y pidiendo perdón por la inquina que han creado sin fundamento, esos perspicaces adivinos que aseguraron que el Gobierno se estaba rindiendo, que pensaba hacer un sinfín de concesiones o incluso que todo formaba parte de un contubernio que se fraguó en Perpignan, hizo escala en el Estatuto de Cataluña y terminaría con la demolición de España. Aunque no tan disparatado, tampoco es plausible el argumento de que ETA se ha fortalecido con el proceso, sólo por el hecho de que haya robado 30 coches y 350 pistolas, cuando ya tenía en su poder siete toneladas de explosivos robados con anterioridad en polvorines franceses. Probablemente haya renovado sus comandos con gente no fichada, pero eso podía hacerlo con o sin diálogo, con o sin detenciones de los antiguos. Y es de suponer que la Policía y la  Inteligencia no habrán descuidado el seguimiento de las pistas y enlaces que necesariamente han de vincular una estructura con otra.

Aunque cabales en su momento, es obvio que los intentos socialistas de aprovechar el declive militar de ETA para seducir a Batasuna a una apuesta política o incluso a un pacto electoral, o bien el de instalar una inercia de la paz del que a la banda le resultara imposible salir sin echarse a toda la sociedad vasca encima, han fracasado. Lo llame suspensión o ruptura, de la mano del PP o (mucho mejor) por su cuenta, a Zapatero le toca pasar a otra cosa. Pero simplemente eso. Una rectificación honesta y a tiempo no le restará votos y, si la vía policial iba a acabar con ETA hace tres años, ahora no será demasiado difícil culminar la tarea

 

 

 

Referencias y contextualización

El 30 de diciembre, la banda terrorista ETA hizo estallar una camioneta bomba en el aparcamiento de la recién construida terminal T-4 del Aeropuerto de Barajas, destruyéndolo por completo y provocando la muerte a dos personas que dormían en sus coches. Esto obligó al Gobierno a dar el proceso de paz primero por suspendido y, tras las protestas del Partido Popular por la vaguedad del término, a declararlo "roto, liquidado e insalvable" por boca del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Algunos de los debates centrales que polarizaron la sociedad durante las negociaciones que los socialistas emprendieron encubierta u oficialmente con ETA se tratan en "El verdadero frentismo vasco", "Concesiones, terreno perdido y traición a los muertos", "Algo tiene que ver", "Las víctimas de mañana", "Con asesinos no, gracias", "Los precios políticos" y "Homenaje al infortunio". Argumentos similares, aunque más detallados, orientan los siguientes artículos publicados en Periodista Digital: "Batasuna mantiene desactivado el conflicto vasco", "Las víctimas, el ojo del huracán", "La autodeterminación después de ETA", "Rojo-separatistas, judeo-masones, vasco-catalanes" y "¿División y debilidad de Europa? ¿Triunfo de ETA? ¿Rearme?".

 

 

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