23 mayo 2007 |
Campaña a la contra con todo a favor |
Sorprende que el PP regional, con la mayoría absoluta asegurada, dedique una parte notable de sus mensajes a criticar al Gobierno central. Algún sentido, aunque escasa nobleza y menor necesidad, podría tener la táctica de ningunear a Villalba, pero reclamar el voto como amonestación a la política antiterrorista de Zapatero ni beneficia al partido de cara a unas generales todavía remotas, ni va a movilizar a una base social que ya está en tensión permanente, ni va a arañarle más apoyos a un electorado que, según las encuestas, valora más a Herrera que a Rajoy. A lo sumo, dicha identificación con la nave nodriza contribuirá a relacionar a su sucursal con esa oposición radical, demagógica, tramposa y rastrera con la que el PP ha perdido la oportunidad de rentabilizar en su justa medida las innumerables torpezas, maniobras y limitaciones del Ejecutivo socialista. Si este domingo tocaran elecciones generales, yo, por lo menos, votaría en blanco, a la espera de ver cómo evoluciona Ciudadanos con la incorporación de Savater y Rosa Díez. Y creo que muchos otros electores independientes o reacios a las banderías políticas suscribirían la opinión de que Zapatero está prolongando hasta el absurdo sus contactos con ETA, que poca duda cabe ya de que se simultanearon al Pacto Antiterrorista y han llegado por lo menos hasta abril. La tolerancia a medias ni apacigua a los batasunos, que han recuperado las técnicas mafiosas que hicieron recomendable su ilegalización, ni los disuade de ellas por medio de la mano dura. Sin embargo, esos votantes tampoco respaldarán a un PP obcecado en que el Gobierno se pone del lado de los verdugos, ETA no para de apuntarse victorias, ANV no cumple la Ley de Partidos y el objetivo es echar a los abertzales de la política en vez de obligarlos a no hacer nada fuera de ella. Más pertinentes, porque atañen a Castilla y León, son las críticas constantes a la negociación de los fondos europeos que hizo Zapatero. Pero lo cierto es que ningún dirigente popular estuvo en Bruselas para testificar si negoció bien o mal, y, no existiendo un criterio mecánico en el reparto que dictamine qué cantidad exacta toca a cada país, es imposible valorar si nos quedamos por debajo de lo que nos correspondía. Estrictamente, teníamos que haber perdido, no el 85% de los fondos, sino su totalidad, y ello sin el paliativo de un periodo transitorio que tampoco se concede al ciudadano cuyos ingresos alcanzan los 21.000 euros y se ve obligado por primera vez a hacer la declaración de la renta. Desde luego, lo que no es verdad es que España, sin ser un país rico, esté cargando con los costes de la ampliación. Sería como si ese mismo ciudadano pretendiera estar financiando los servicios sociales en mayor medida que un “contribuyente neto” que haya pasado de ganar 50.000 a 51.000 y al que en consecuencia se le sigue aplicando un tipo fiscal más elevado.
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Referencias y contextualización En la campaña de las elecciones autonómicas del 27 de mayo, el PP de Castilla y León, en sintonía con otras delegaciones regionales del partido, realizó frecuentes alusiones a la supuesta mala negociación que hizo José Luis Rodríguez Zapatero del reparto de los fondos europeos para el periodo 2006-2012 y, en concordancia con la intervención del secretario general nacional Ángel Acebes al comienzo de la campaña, reclamó varias veces el voto como una protesta contra la política antiterrorista del Gobierno central. El martes 22, el filósofo Fernando Savater y la socialista Rosa Díez anunciaron su intención de crear un nuevo partido nacional que defendería la lucha sin tregua contra ETA y un modelo federalista para España con iguales competencias para todas las comunidades. Su iniciativa se uniría a la exitosa experiencia de Ciutadans en Cataluña, bien subsumiéndose en esta formación, bien creando una conjunta. El artículo del verano de 2002 en que se argumenta por qué era recomendable prohibir Batasuna es "La ilegalización". A favor de la negociación del Gobierno con ETA se muestran, por ejemplo, "Concesiones, terreno perdido y traición a los muertos", "Las víctimas de mañana", "Los precios políticos" y el irónico "Con asesinos no, gracias". Sin embargo, en "A otra cosa (simplemente)" se defiende que el Gobierno ha de cambiar de táctica tras el atentado de Barajas en diciembre de 2006. Sobre la negociación de los fondos europeos trata en detalle "La lógica de los repartos", sobre el éxito de Ciutadans en las elecciones catalanas "Ciutadans no es la derecha españolista", y sobre el enfrentamiento entre PP y PSOE en política antiterrorista "La subtrama del desencuentro", los tres publicados en Periodista Digital. Poco antes de las elecciones autonómicas y municipales de 2003, el artículo "Desmitificación del voto en blanco" advertía contra la opción por la que el autor se decanta aquí.
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